Pelicula

Estaba en su balcón preparándose a ver el inicio de la película 2001 odisea al espacio. Lamentablemente había llegado tarde, y la batalla entre simios ya había empezado. Se sentó y al poco rato comenzó a llorar. No entendía que le sucedía.

Pesadilla

Se despertó sobresaltado, sudando y con la respiración agitada. Es que había soñado como unos jóvenes, que caminaban con carteles, se abrazaban fraternalmente con policías, y luego caminaban juntos entonando canciones infernales. Era primera vez que Sebastián no pudo reconciliar el sueño.

Te Amo

Llevaba gran tiempo amándola en secreto, un secreto que necesitaba comunicar. Podía verla solo dos días a la semana. Ella, más de alguna vez, se acercaba a él con gracia y una hermosa sonrisa que dejaba ver sus dientes, para él, perfectos. Cada mirada, cada sutil movimiento hacia que su corazón se agitara súbitamente y su estomago pareciera contraerse y relajarse sin saber coordinarse, incluso la respiración se hacía dificultosa.

Ya habían pasado tres meses y aún no podía lograr decirle lo tanto que la amaba y deseaba. Pero le era difícil, su cuerpo no le respondía, un accidente hace algunos años había limitado esa bolsa de carne y huesos, como él pensaba, que ahora no estaba para nada bajo su control.

La desesperación y frustración cada vez se hacía mayor, y también evidente ante la gente que de él cuidaban. Sabía que faltaba poco tiempo, cada vez se hacía más imposible el lograr comunicarle lo tanto que la amaba. Incluso, como muchos se dieron cuenta cuanto se agitaba al verla, decidieron intentar alejarla un poco de él.

Pasaba el tiempo y en cada momento que ella estaba cerca, al intentar decir algo, hacer algo, pero solo lograban salir gruñidos y letras ahogadas de su boca. Estaba empeñado en decir solo una cosa “te amo”.

Paso que un día, mirando el techo del hogar, intentándolo una y otra vez, logro decir esa frase tan poderosa. La practico una y otra vez durante la noche, sin que nadie se diera cuenta, esperando el momento preciso para decírselo.

Ella nunca se dio cuenta de lo que él sentía, jamás se lo imaginaria incluso, solo sabía que él era un tanto problemático e inquieto, y según algunos era por ella.

Un día, que faltaron algunos ayudantes, se quedaron solos en la habitación de reaprendizaje. Con la sonrisa de siempre se acerco tiernamente a preguntarle si estaba bien. En ese momento logro ver una mirada que jamás en su vida había visto en ningún hombre. Él ya no se movía bruscamente, es más, estaba tranquilo, en paz. Ella lo miraba pensando en las cosas que quizá él estaba pensando. Le acaricio el rostro suavemente y dio la vuelta. Cuando se alejaba sintió que él se comenzó a mover, se volteo, y vio como una lagrima caía por su mejilla acompañado de un alargado pero entendible te amo. El sentimiento que logro aquel te amo en ella fue indescriptible, nadie en el mundo lograría saber de verdad que sintió. Quedo parada frente a él sin saber cómo actuar. Solo atino a tomarse la cara y salir llorando de la habitación.

Al otro día él supo, por rumores, que la Tía Carla no volvería, tenía muchos problemas y decidió partir a un lugar del que nadie vuelve. Él, deseo con toda el alma tener el poder para hacer lo mismo.

El Ultimo fuego

Era primera vez que don Juan iba a ver los fuegos artificiales de la población, un show de 5 minutos, algo corto pero agradable. Miraba alucinado ese juego de luces, de fuegos danzantes. Un tanto relajado pensaba en lo mejor que podría ser este nuevo año, pensaba lo cansado que estaba de riñas y discusiones, arreglaba el mundo en este año que se avecinaba. Mientras, el último par de fuegos artificiales subían y estallaban en el cielo, su pecho se comenzó a sentir cálido y extraño, y al mirarse vio como una pequeña mancha roja aumentaba su tamaño irregularmente. Entre euforia y abrazos Don Juan cayó al suelo.

Un niño, un muerto y otro hombre

¿En que se relacionan un niño de 14 años llorando desconsolado dentro de un baño con una pierna rota, un hombre fuera gritando eufórico y un hombre muerto en un patio? Quizá en nada. Pero en este caso es diferente.

Todo empieza 2 horas antes, cuando dos sujetos consumen diferentes estupefacientes en un terreno baldío. Se ríen y cuentan a gritos las hazañas de sus vidas.

A la vez, un hombre toma unas cervezas en su living, escribe algunas cosas en su notebook. Mientras, sus hijos y esposa duermen en un segundo piso.

Los dos sujetos que estaban en el terreno baldío deciden entrar a una casa para…la verdad ni ellos lo tenían claro.

El hombre de las cervezas, ya cansado, apaga su notebook y sube las escaleras.

Los dos sujetos avanzan envalentonándose para entrar a la casa, que al azar, será víctima de sus locas ideas.

El hombre con la última cerveza en mano sube las escaleras para besar a sus hijos y ver si están bien.

Los dos sujetos han escogido una casa y con un poco de dificultad comienzan a cruzar la muralla.

El hombre bebiendo el último sorbo de su cerveza se percata de que dos sujetos están entrando a su hogar. Siente como su corazón se acelera, siente como la sangre llega rápidamente a sus piernas y manos; y como un nudo se interpone en su pecho, un solo pensamiento atraviesa su cabeza, proteger a la familia.

Los dos sujetos observan las posibilidades de entrar a la casa caminando sigilosamente, creen que todos están dormidos, y no pueden dejar de sentir excitación de ser sorprendidos, adrenalina al deber atacar a muerte si es necesario a sus víctimas.

El hombre deja su cerveza en el velador, y toma el arma de la casa para encarar a los sujetos. Baja las escaleras lentamente, siente que su corazón saldrá en cualquier momento por su boca, sus manos sudan, y cada paso lo siente extraño, sus piernas parecieran flaquear.

Los sujetos encuentran la manera de entrar por un ventanal. Lo hacen lentamente, perciben un silencio extraño, sus respiraciones se entorpecen, entienden poco de lo que sus cuerpos sienten, pero les gusta. Abren el ventanal completamente y entran.

El hombre con arma en mano sabe donde están estos dos sujetos, se apoya contra una muralla, respira profundo intentando controlar su cuerpo y se dispone a salir.

La mujer que dormía tranquila en su dormitorio despierta asustada, escucha un “aer cochetumare” luego personas corriendo un balazo sonoro y la voz de su esposo gritando eufórico “te pille cochetumare”, luego un golpe de un bulto que cae con fuerza y un grito

El hijo despierta con un fuerte ruido y escucha a su papá gritar, parece estar enojado piensa, baja las escaleras corriendo y ve como su papa arrastra a alguien de la polera y lo encierra en el baño de la nana. Luego comienza a gritar “cagaste conchetumare, nadie que entre a mi casa sale sin pagarla weón” y otras cosas que no alcanza a escuchar porque siente como una mano lo retira del lugar.

Amor de padre

A toda costa quería ver a su hija, ya hacían 4 años sin poder verla. Se sentía frustrado, destruido, cansado. La única motivación que tenia para vivir era aquel ángel, aquel ser que inspiraba y mantenía un equilibrio armonioso en él.

Pero en la cárcel la cosa es difícil, el comer es un suplicio, que solo debes tener mucha hambre para motivarte a meter aquella cosa que dan por comida a la boca. El hedor de las habitaciones molesta como mil demonios. Ir al baño para orinar solamente es tan desagradable que intentaba aguantar lo que más que podía, y para qué hablar de lo otro. Los calores eran infernales y el trato con sus compañeros eran lo peor. “El que no sabe defenderse aquí no sobrevive pensaba” al terminar el día.

El 30 de abril seria un día histórico. Un día que cambiaría toda su vida, planeado ya de meses tenía el plan perfecto para irse de aquel lugar, y solo para estar con su pequeña amada. No iba a ser fácil, quizá algunas personas saldrían heridas, pero era necesario, ya no podía mas con la pena de estar lejos de aquella criatura. Aquella noche resulto todo de maravilla, pareciera que el destino le abrió las manos para que todo funcione, un guardia perdió la vida con el intento, pero no era nada que escapara de lo esperado.

Caminando en medio de la noche pensaba una y otra vez el momento cuando estuviese frente a ella, pensaba cada cosa que le diría, cuánto tiempo estaría sin soltarla, porque no quería dejarla nunca más.

Llegando a la casa el perro no lo reconoció, que importa- pensó, una sola patada lo callaría. Se acerco a la puerta tembloroso, sudoroso, sentía que su corazón saldría por su boca. Golpeo la puerta. Paso un tiempo y se prendieron las luces, su mujer abrió y al verlo quedo totalmente sorprendida, no salieron palabras de su boca. Él con fuerza levanto la mano y la dejo caer sobre su rostro, botándola al suelo inconsciente, estaba claro que hace un tiempo no se llevaban muy bien. Luego de tomarla, amarrarla y amordazarla la dejo en su habitación. Por fin podía ir a la habitación de su niña.

Se sentía torpe, demasiado emocionado. Se acerco a su habitación y tuvo que esperar unos minutos antes de entrar. Abrió la puerta lentamente y prendió la luz del velador, se sentó a su lado y comenzó a acariciar su cabello, era suave. La habitación tenía un olor maravilloso, unas lágrimas se dejaron salir de sus ojos. Veía que su niña no despertaba, pero no importaba era hermosa, él la tomo en sus brazos y comenzó a lloriquear como un niño. Fue imposible calcular realmente el tiempo que él permaneció abrazándola, pero fue bastante, luego se acostó junto a ella abrazándola fuertemente. Nunca en todo este tiempo había dormido tan bien. Sin miedo, sin frio ni calor, tan cómodo y reconfortante. Era todo una maravilla.

Despertó con un golpe en las costillas y unas voces que no conocía, aturdido se levanto abrazando una almohada, al percatarse que su niña no estaba se transformo en un monstruo, golpeo, pataleo, escupió. Exigía ver a su ángel, exigía que se le entregara a su amada, exigía que le devolvieran a lo único que tenía en su vida. Su señora que miraba esta escena lo miraba llorando moviendo la cabeza de lado a lado tapando su boca. Los policías lograron controlarlo y se lo llevaron al carro, él seguía exigiéndole a su señora que le entregara a su niña, ella solo atino a decirle “pero si tú te la llevaste, y para siempre”. Él callo automáticamente, bajo la cabeza y comenzó a llorar.

El Café

Se había preparado un café. Desnudo, se sentó a los pies de la cama donde estaba ella. Ella estaba boca abajo, desnuda sobre la cama. Mientras, el bebía un sorbo de café

Con placer tomaba un gran sorbo de café y contemplaba con paciencia el trasero de ella, hermoso, firme. Podía observar sus piernas largas, su vagina y labios húmedos. Gran parte del cuerpo de ella estaba empapado al igual que gran parte de la cama. Ahí, sobre la cama, ella se encontraba muy quieta.

Tomando su taza bebía un gran sorbo de café, él sabía que ella no se movería. Es que el contacto que hubo entre ellos fue animalesco, salvaje, descontrolado, era de seguro que alguno de ellos terminaría sin aliento. Los gritos de ella se pudieron escuchar desde lejos. Mientras que ahora, él, tomaba un gran sorbo de café.

Ahora todo estaba en silencio, solo se escuchaba una sirena. Ella estaba empapada sobre una cama empapada. Mientras que él bebía el último sorbo de café, mirando sus manos, pensaba “si este fluido que cubrió nuestros cuerpos fuese de otro color, todo sería distinto”