El Café

Se había preparado un café. Desnudo, se sentó a los pies de la cama donde estaba ella. Ella estaba boca abajo, desnuda sobre la cama. Mientras, el bebía un sorbo de café

Con placer tomaba un gran sorbo de café y contemplaba con paciencia el trasero de ella, hermoso, firme. Podía observar sus piernas largas, su vagina y labios húmedos. Gran parte del cuerpo de ella estaba empapado al igual que gran parte de la cama. Ahí, sobre la cama, ella se encontraba muy quieta.

Tomando su taza bebía un gran sorbo de café, él sabía que ella no se movería. Es que el contacto que hubo entre ellos fue animalesco, salvaje, descontrolado, era de seguro que alguno de ellos terminaría sin aliento. Los gritos de ella se pudieron escuchar desde lejos. Mientras que ahora, él, tomaba un gran sorbo de café.

Ahora todo estaba en silencio, solo se escuchaba una sirena. Ella estaba empapada sobre una cama empapada. Mientras que él bebía el último sorbo de café, mirando sus manos, pensaba “si este fluido que cubrió nuestros cuerpos fuese de otro color, todo sería distinto”

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