Te Amo

Llevaba gran tiempo amándola en secreto, un secreto que necesitaba comunicar. Podía verla solo dos días a la semana. Ella, más de alguna vez, se acercaba a él con gracia y una hermosa sonrisa que dejaba ver sus dientes, para él, perfectos. Cada mirada, cada sutil movimiento hacia que su corazón se agitara súbitamente y su estomago pareciera contraerse y relajarse sin saber coordinarse, incluso la respiración se hacía dificultosa.

Ya habían pasado tres meses y aún no podía lograr decirle lo tanto que la amaba y deseaba. Pero le era difícil, su cuerpo no le respondía, un accidente hace algunos años había limitado esa bolsa de carne y huesos, como él pensaba, que ahora no estaba para nada bajo su control.

La desesperación y frustración cada vez se hacía mayor, y también evidente ante la gente que de él cuidaban. Sabía que faltaba poco tiempo, cada vez se hacía más imposible el lograr comunicarle lo tanto que la amaba. Incluso, como muchos se dieron cuenta cuanto se agitaba al verla, decidieron intentar alejarla un poco de él.

Pasaba el tiempo y en cada momento que ella estaba cerca, al intentar decir algo, hacer algo, pero solo lograban salir gruñidos y letras ahogadas de su boca. Estaba empeñado en decir solo una cosa “te amo”.

Paso que un día, mirando el techo del hogar, intentándolo una y otra vez, logro decir esa frase tan poderosa. La practico una y otra vez durante la noche, sin que nadie se diera cuenta, esperando el momento preciso para decírselo.

Ella nunca se dio cuenta de lo que él sentía, jamás se lo imaginaria incluso, solo sabía que él era un tanto problemático e inquieto, y según algunos era por ella.

Un día, que faltaron algunos ayudantes, se quedaron solos en la habitación de reaprendizaje. Con la sonrisa de siempre se acerco tiernamente a preguntarle si estaba bien. En ese momento logro ver una mirada que jamás en su vida había visto en ningún hombre. Él ya no se movía bruscamente, es más, estaba tranquilo, en paz. Ella lo miraba pensando en las cosas que quizá él estaba pensando. Le acaricio el rostro suavemente y dio la vuelta. Cuando se alejaba sintió que él se comenzó a mover, se volteo, y vio como una lagrima caía por su mejilla acompañado de un alargado pero entendible te amo. El sentimiento que logro aquel te amo en ella fue indescriptible, nadie en el mundo lograría saber de verdad que sintió. Quedo parada frente a él sin saber cómo actuar. Solo atino a tomarse la cara y salir llorando de la habitación.

Al otro día él supo, por rumores, que la Tía Carla no volvería, tenía muchos problemas y decidió partir a un lugar del que nadie vuelve. Él, deseo con toda el alma tener el poder para hacer lo mismo.

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