Calor y Humedad

Ahí estaba él, frente a esa mujer de cuerpo delgado, de preciosas curvas, un cuerpo deseado por cualquiera. La miraba fijamente. Ella solo estaba acostada mirando hacia un lado. Él se acerco lentamente, tomando su cuello pudo sentir las palpitaciones de sus venas con mucha fuerza. Sentía su cuerpo caliente, deseaba que todo pasara pronto, de que solo sucediera. Él alejo la mano de su cuello. Bajo parte de la camiseta que tenía puesta. Luego, bajo la mano al pecho de ella rosando despacio su pezón, que en ese momento se encontraba duro y de un tono más oscuro de lo normal. Fue casi brusco pero con cuidado descubrió todo su pecho y puso su mano sobre el. Al tocarlo pudo sentir que su corazón latía rápido y con fuerza.
En la habitación había una tercera persona, una mujer que con cierto morbo miraba toda esta escena, ella era parte importante de esta situación.
El hombre prosiguió, tapando solo un poco el pecho de la mujer, bajo su mano y levantando lentamente el camisón puso entre sus manos entre las piernas de ella. En ese momento ella tenía su cuerpo muy caliente, podía sentir su vagina mojada y su cuerpo empapado en traspiración, pero no importaba fijarse en ello ya que no era importante. Por fin supo que iba a suceder aquello. Sus quejidos eran cada vez más fuertes y reiterativos, la temperatura de su cuerpo a la vez se elevaba cada vez más. Él abrió con fuerza sus piernas. Observo de momento la reacción de ella ante esto. En ese momento ella estaba entregada ante él, aunque de cierta forma se sentía incomoda. Luego de observar la piel de sus labios enrojecidos y mojados, él con delicadeza y lentamente entro en ella. Ella al sentir esto aumento sus quejidos y todo su cuerpo se estremeció. Ya hace un rato se sentía en otro lado, parecía que todo el mundo a su alrededor se había transformado. Él, de a poco y lentamente, siguió entrando en ella sintiendo el interior de su vagina intensamente. Ella también sentía el roce de su miembro cubierto de látex dentro de ella lo que provocaba que aumentaran sus quejidos. La otra mujer que estaba de pie en la habitación guardaba silencio y con más morbo aún se acercaba a él para observar lo que sucedía. Luego de tener casi su miembro entero dentro de ella comenzó a hacer movimientos lentos pero certeros, movimientos que alcanzaron profundamente en ella, tocando todo su interior, y junto con los quejidos de ella, acabo. Cuando esto sucedio ella sintió una gran satisfacción.
Ahí quedo ella tirada en la cama, mojada, caliente y quejándose. La otra mujer y el hombre salieron de la habitación. Fuera de la habitación había otro hombre más, es más, este hombre que estaba fuera era el esposo de la mujer que estaba en la habitación. Se acerco a las dos personas que estuvieron con su esposa, los miro y dijo “dígame ¿cómo se encuentra ella? El hombre que estuvo con su mujer, luego de quitarse los guantes de látex de sus miembros, le respondió “bueno…como sabe es una enfermedad que desconocemos… tiene mucha fiebre, incluso suda mucho, y al parecer sigue con alucinaciones, además se queja bastante…todos queremos que se mejore y que esto suceda lo mas pronto posible… tranquilo todo saldrá bien”. El esposo solo bajo su cabeza, el médico le golpeteo la espalda alentándolo y junto con la enfermera se alejaron de él.